Es muy común verlas fritas, pero en esta receta las guisamos para extraerles todo el colágeno y dejarlas melosas. Y para rematar la faena culinaria, le añadimos a la salsa chocolate y una pasta de anacardos, avellanas y almendras.
Las shiitake y los portobello o las setas ostras le aportan un sabor umami incluso más potente que en receta la tradicional, que se elabora con carne. No es rápida de elaborar, te avisamos, aunque merece mucho la pena.
La tatin de siempre se hace con manzana, pero nada impide usar tomate y servir la tarta como aperitivo o entrante. Ainhoa ‘Singular’ Aguirregoitia nos enseña a preparar la variante ‘italiana’ de la receta francesa
Los franceses saquearon el monasterio de la localidad cacereña en la Guerra de Independencia y supuestamente se llevaron un recetario que puso de moda en Francia los platos "al estilo Alcántara". ¿Realidad o ficción?
Relleno de nata y crema de almendra, el dulce típico del país nórdico está empezando a colonizar espacios en las cafeterías modernas. Adelántate y hazlo en casa sin necesidad de pagar un riñón por una merienda.
Estas frutas de sartén se elaboran con una masa prácticamente igual que la de la pasta al huevo italiana, con la salvedad de la grasa añadida. Tras freírlas se bañan en un almíbar de agua, azúcar y miel.
Dolores Vedia de Uhagón redactó en 1873 la primera receta de salsa vizcaína, pero el mérito se lo llevó un señor que le copió. Preparamos unos huevos con su fórmula a modo de reivindicación.
Su nombre inglés quizá no te resulte muy apetitoso, pero si te decimos que la receta consiste en plátanos caramelizados y flambeados acompañados de helado, la cosa cambia, ¿verdad?
Hay muchos sitios de comida tradicional de Corea en España, pero no tantos de su versión más callejera y desprejuiciada. El bar Pocha trae la tapas ‘anju’ a Barcelona y nos presta su receta de tortitas de kimchi.
Las dos hortalizas ganan un extra en sabor, textura y color cuando las asas. Ya que está el horno encendido, metemos en los últimos minutos unos garbanzos especiados que rematan un plato de categoría.
Las albóndigas son una cumbre de la cocina española, pero freírlas puede ser un engorro. Los minihornos de convección permiten prepararlas sin dejar la cocina hecha un ecce homo.
Esta masa fina hecha a la sartén es la pariente suramericana de los crêpes franceses o las filloas gallegas. Es uno de los postres más típicos de los restaurantes argentinos, así que el relleno clásico está claro cuál es.
Con centeno no solo puedes hacer pan: también es ideal para elaborar en casa unas crepes con un sabor diferente al clásico. El relleno lo eliges tú, ya sea dulce o salado.
Puedes hacer esta receta con col blanca o lombarda, da igual, ambas combinan genial con los frutos secos garrapiñados picantes, el toque herbal del tomillo fresco y el cítrico de esta fruta.
Son primas hermanas, pero con diferencias en ingredientes y preparación: una lleva canela y harina, mientras la otra apuesta por la nata y la vainilla. El pastelero Miquel Guarro nos enseña a prepararlas.
El repollo tiene vida culinaria más allá del hervido o el rehogado que tanta mala fama le han granjeado. En esta receta salteamos y aderezamos esta verdura con especias orientales para que te enamores perdidamente de ella.
Ni cachopo, ni milanesa, ni sanjacobo: la carne empanada más enrollada se llama flamenquín y viene de tierras cordobesas. Aprende a prepararlo y llévate una sorpresa: su versión más clásica no lleva queso.
Con su masa de almendra y su relleno de nata o trufa, los marinos son uno de los dulces más típicos de Zaragoza. La receta lleva su trabajo, pero cuando le des un bocado a uno sabrás que ha merecido la pena el esfuerzo.
Originarios de Bari, en el sur de Italia, se llaman así porque pican con alegría. Su salsa sólo lleva tomate, guindilla y ajo, y la técnica de cocinado es completamente diferente a la habitual con la pasta.
Esponjosas, sabrosas y con una salsa densa y rica, esta receta nunca falla y se prepara en solo 30 minutos. Nosotros las hemos elaborado con langostinos y pescadilla, aunque puede servir cualquier otro pescado blanco.
Cambiamos el habitual vino de este estofado por cerveza, lo que nos dará una salsa de sabor más suave. Solo la engordaremos con el colágeno de la carne y un poco de cebolla, sin harinas ni maicena.
Las nueces pecanas son las únicas autóctonas de Norteamérica. Un cocinero estadounidense nos enseña la receta de la famosa tarta que se elabora con ellas, y la mejor noticia es que no requiere ningún esfuerzo.
Las judías llegaron al Palacio Real de La Granja de San Ildefonso en el siglo XVIII como comida para animales. Desde los años cincuenta, su variedad más rotunda y mantecosa es la protagonista de un potaje clásico segoviano.
El secreto de este plato está en la salsa, una bomba de umami del chef David Chang que adaptamos en versión suavizada para aliñar un plato fresco de verdura.
Este plato clásico del oriente andaluz y Murcia consiste en un sofrito de cebolla, ajo, pimiento y tomate con patatas, alguna proteína y, cómo no, los andrajos: jirones de masa de harina de trigo duro, agua y sal.