
Tomates rellenos al horno con patatas gajo
Tienen una cantidad generosa de ingredientes y su preparación no es corta, pero estos tomates rellenos acompañados de patatas gajo son una de las cosas más ricas que puedes cocinar en el horno.
Tienen una cantidad generosa de ingredientes y su preparación no es corta, pero estos tomates rellenos acompañados de patatas gajo son una de las cosas más ricas que puedes cocinar en el horno.
Los tomates más sabrosos del invierno llegan al final de su temporada con un chute de dulzura, que contrasta perfectamente con la cremosidad del queso y la acidez del encurtido casero.
Si te ha sobrado cordero en estas fiestas, no lo tires: puedes aprovechar la carne para el relleno del strudel. Sí, es un postre, pero con esta receta se convierte en un entrante muy resultón.
Si quieres hacer las paces con la naranja confitada, prepárala en casa y úsala para hacer esta tarta, que puedes especiar a tu gusto con jengibre, canela, nuez moscada y mucho más.
La versión malaya del curry combina una potente mezcla de especias con la untuosidad de la leche de coco y la frescura del lemongrass. Un caldo hecho con las cabezas cáscaras potencia el sabor a marisco.
¿Es una salsa? ¿Es una mezcla de especias? ¿Por qué te engancha desde la primera vez que lo pruebas? ¿Con qué puedes comerlo? Te lo contamos todo sobre la salsa de moda.
Una forma sencilla, rápida y limpia de cocinar col: un aderezo potente es todo lo que necesita para pasar de ser una verdura antipática a una verdadera delicia.
¿Dulces y postres sin leche, mantequilla y huevo? Sí, se puede, y en algunos casos ni se nota la diferencia. ¿Pruebas? El bizcocho de zanahoria y el arroz con leche' de coco de La Gloria Vegana.
Este plato típico de la prefectura de Kagawa tiene dos ingredientes imprescindibles: los fideos udon y el huevo, que se puede servir crudo entero o algo batido. A partir de ahí hay mil sabrosas versiones de aderezarlo.
La obesidad es un problema especialmente preocupante en niños y adolescentes. En su día mundial, proponemos cinco platos tan apetecibles como saludables para los más jóvenes (y para los mayores también).
El contramuslo del pollo es tierno y jugoso, y cuando está deshuesado y troceado se cocina en cuestión de minutos. Con cuatro ingredientes más para darle sabor y aroma conseguiremos un plato de 10.
Esta sopa tiene el máximo sabor con ingredientes muy comunes como pasta o arroz, verduras, hortalizas y legumbres. Todo ello acompañado con un buen chute del famoso pesto genovés.
Un contramuslo tierno y aromático, acompañado de diferentes tipos de chiles, un poco de pimiento rojo para endulzar y tallo de cebolleta que refresca el conjunto: sacar el wok nunca tuvo mayor recompensa.
La técnica de cocción más sencilla y el marinado en aceite de oliva se unen para crear unas alcachofas multiuso. Y como extra, una forma de aprovechar las hojas sueles tirar a la basura.
Chile, cúrcuma y canela. Verduras crujientes y aromas orientales. Las recetas de la chef británico-iraní Sabrina Ghayour conforman un menú repleto de colores y contrastes.
Patata, col y panceta: sólo necesitas tres ingredientes para preparar un trinxat. En el restaurante Can Vilaró bordan este clásico del recetario catalán, y allí puedes desayunarlo o disfrutarlo a cualquier otra hora.
El idilio entre el cerdo y la manzana viene de tiempos inmemoriales, ya que la fruta refresca y aligera la grasa de su carne, además de aportarle un punto de dulzura que potencia su sabor.
La vaina de esta legumbre, prima hermana del guisante, se come entera y sin desgranar. Su sabor dulzón y textura crujiente hace que los tirabeques queden geniales al vapor o salteados, como en esta receta.
Esta receta de origen italiano es tan fácil de hacer como deliciosa. Y lo mejor: queda una salsa a base de cebolla, zanahoria, tomate, vino y el mismo jugo del ave que es para mojar pan durante tres días seguidos.
Los que creen que el kiwi solo se come a bocados, no saben lo que se pierden. Te enseñamos cómo usar esta fruta en una ensalada, una salsa picante, una mermelada y una tarta.
La cocina de Holanda no es la alegría de la huerta, pero tiene algunas recetas tradicionales que valen mucho la pena. Un ejemplo es este puré a base de guisantes secos con hortalizas y carne de cerdo.
Una base crujiente cubierta por una deliciosa crema de almendras y rematada con rodajas de pomelo. El cítrico da frescura y un punto amargo, pero si no te gusta lo puedes mezclar o sustituir por otras frutas.
La plaga del cangrejo azul ha puesto en riesgo a algunas especies y cultivos en España. Una de las formas para reducir su número es capturarlo para su consumo: sus posibilidades culinarias son muchas.
Tiene el mismo nombre que uno de los helados más famosos del mundo, que se inspiró en esta sencilla y reconfortante sopa. Es ideal para hacer las paces con el frío aunque no vivas en Bérgamo.
Una menestra con verduras de temporada cocinadas al punto es una auténtica delicia a la que antaño, en las zonas de pastoreo, se le añadía un poco de carne de cordero para dar más contundencia al plato.
Lo han llamado "pizza japonesa", pero el okonomiyaki se parece más a una tortita o tortilla a la que le puedes poner cualquier cosa. Aprendemos a hacerlo en un sitio donde lo bordan: Arigato.
Si tienes problemas con el brócoli porque de pequeño te lo preparaban demasiado cocido, con esta receta harás las paces con él en un segundo: se prepara al dente y lleva el añadido fresco del limón.